jueves, 26 de junio de 2008

MATERNIDAD

Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; si, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella. Génesis 17:16

Veamos y meditemos sobre uno de los regalos más grandes que nos ha brindado el creador. La maternidad, el momento en que nuestra vida cambia para siempre, cuando nos convertimos en madres. Ya no nos preocupa qué nos pase, sino a ellos, los hijos.

Así como cambia nuestra vida cuando se la entregamos al Señor, también damos un cambio grande a todo lo que hacemos, a nuestras costumbres, influye en nuestras relaciones, en nuestro trabajo, en nuestras costumbres, el matrimonio y la maternidad también. Ya tenemos alguien por quién responder, por quién dar cuentas.

Involucra hacer felices a otras personas. Principalmente a los abuelos. Convertirse en abuelos, es tener una oportunidad de dicha en la vida. Los nietos son corona de los abuelos, qué es una corona? Algo que se lleva sobre la cabeza, que nos invita a una pose erguida, y serena, no se puede andar con corona y agachados o deprisa. Ellos meditan y dan gracias a Dios por el regalo de los nietos. Y viven los años más felices de su vida.

Y a los padres les llega la oportunidad de ser más responsables. Muchos padres desde el mismo día que nacen sus hijos, aparecen buscando en el periódico nuevas oportunidades de trabajo. Empiezan a meditar y analizar lo que le van a proveer a ese pequeño ser. Quieren proveer y satisfacer todas las necesidades de su familia.

Una madre por el contrario empieza a experimentar su maternidad, desde que en su cuerpo hay cambios y sospecha o cree en la posibilidad de haber quedado embarazada. Es entonces cuando empieza a cambiar nuestra mentalidad, empiezan las ilusiones y los sueños. Empezamos a sentirnos protectoras de ese vientre, porque guarda a un niño.

Desde la pregunta ¿Será que estoy embarazada? Y esperar al momento de confirmarlo ya es una situación de ansiedad. Eso en el caso de desearlo, por supuesto. Porque las mujeres que no desean un embarazo, pasan días terribles con la angustia de confirmarlo.

El niño que ahora tiene diez años, estuvo una vez de cinco y algún día de un año. Y existía aún antes de nacer, en el vientre de su madre, ¿desde cuando existía ya? ¿Desde cuándo es que Dios le veía en lo secreto, cuando era formado, y nada le era oculto?

La maternidad no empieza cuando nace el niño. Una mujer es madre desde que un ser vivo está dentro de ella. Formándose y viviendo. Ahora con la alta tecnología, las personas pueden ver a sus niños casi perfectamente en los ultrasonidos. Pero Dios nos ve desde allí, y conoce nuestros órganos y lo profundo de nuestro ser.

Así como debemos tener los cuidados de vitaminizarnos para transmitir salud a ese bebé, así también debemos transmitir a su alma, la palabra de Dios necesaria, para que se empiece a fortalecer, y cuando nazca sea una persona victoriosa y vencedora.

La maternidad es una bella oportunidad que Dios nos brinda a las mujeres. Y no solamente las que experimentan un embarazo, son madres. Así también la maternidad no es solamente el embarazo. El tiempo de espera de un niño y el tiempo de tenerlo entre los brazos, cuidarlo y criarlo, es el tiempo de la maternidad.

martes, 17 de junio de 2008

DIA DEL PADRE

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.
Lucas 11:2-4

¿A quién celebramos el día del padre? Creo que dejamos de último al que debiera ser el primero: Nuestro Padre que Está en los Cielos. El mismo Señor Jesús dijo que no llamemos padre a nadie porque nuestro padre está en los cielos. Y con eso nos invita a establecer una diferencia, una diferencia muy marcada entre el Dios Padre todopoderoso, que es toda autoridad, y aparte son los varones papás de aquí de la tierra.

La Biblia nos invita a dar a todos lo que debemos, al que tributo, tributo, al que impuesto, impuesto, al que respeto, respeto, al que honra, honra, Romanos 13:7 y este es un día apropiado para honrar a los papás. A los padres se les debe la honra, pues también dice la palabra de Dios que los hijos deben honrar a sus padres.

¿Qué es honrar a los padres? Es hacer algo o todo lo necesario para hacerles sentir orgullosos de nosotros. Que cuando nuestro nombre sea mencionado delante de nuestros padres, sea un motivo de orgullo y no de vergüenza. Hacerlos sentirse felices, sentirse contentos, sentirse satisfechos. Efesios 6:2

Estamos un poco más acostumbrados a agradar a las madres, que a los padres. También ha sido común en la sociedad que las madres sean buenas, con algunas excepciones. Por el contrario los padres en su mayoría se han considerado malos, con muchas excepciones por supuesto. Así que frases tan conocidas como “madre solo hay una” y el famoso “amor de madre”

Pero si la Biblia pareciera a veces muy exigente con la mujer, y los varones generacionalmente han pensado que de ellos no se exige mayor cosa, es solamente debido a malas interpretaciones. La mujer representa a la iglesia. El varón representa a Jesucristo.

Si se le exige más a la iglesia es porque el Señor Jesucristo es irreprensible, y se encuentra siempre fiel, esperando a su bella prometida, ataviada de lino fino, puro, limpio y resplandeciente.

Pero la iglesia está formada por hombres y mujeres. Así que todos debemos buscar el ejemplo del varón perfecto para poder alcanzar su estatura. El Hijo, Jesucristo, siempre nos dio ejemplo de honrar al Padre. Y esa forma de obedecerle, comunicarse con él, y agradarle en todos sus actos, es lo que debemos imitar con nuestros padres aquí en la tierra. Luego será más fácil honrar y obedecer a nuestro Padre que está en el cielo.

Y como toda fecha especial, se presta para meditar en el título que se tiene y en la responsabilidad que conlleva llevar dicho nombre. Y las personas a su alrededor tienen la oportunidad de demostrarle, honra, respeto y cariño.

jueves, 12 de junio de 2008

NIÑOS

Llevaron a unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orara por ellos, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban.
Jesús dijo: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se los impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos”
Mateo 19:13
¿Qué de los niños?
¿Qué estamos haciendo los cristianos por los niños? Queremos alcanzar a las naciones para Cristo. Queremos evangelizar la tierra. Queremos arrebatarle las almas al diablo y luchamos en oración; pedimos por los que están en las cárceles, por los que andan en la calle y por los que andan perdidos.

Hacemos grandes campañas evangelísticas dirigidas a los adultos. Si algunos llevan niños, nos molesta. No hay lugar para ellos. Los jóvenes se están volviendo adictos a cualquier cosa mala: drogas, pornografía, alcohol, cigarro, robo, asalto, extorsión, fornicación, envidia, etc.

Y ¿acaso no esos jóvenes hace uno, dos o tres años, no eran niños? Por que no llegamos unos cuatro años antes a hablarles a ellos e impedir que cayeran en las trampas del enemigo. ¿Por qué no llegamos a los niños para instruirlos, y advertirles que el diablo les tiene preparada una trampa.

Disfrazado como angel de luz, les presenta la solución de la vida. Les da la posibilidad de olvidarse de sus penas; tal vez de lo que viven en su casa, un hogar sin padre o madre, una vida llena de limitaciones, de pleitos, riñas y contiendas.

Si queremos evangelizar al mundo. Debemos pensar en los niños. El enemigo está trabajando desde hace muchos años en las mentes de los niños. A través de los programas de televisión, los juegos de video, computadoras, Internet, etc. Ha dedicado tiempo y esfuerzo por ganar las mentes y las almas de los niños. ¿Y los cristianos? Bien gracias.

Tratando de evangelizar al mundo están dejando solos a los niños. Dedicándoles el mínimo de su tiempo, dejándolos en las manos de la televisión, mientras ellos, los padres, en el estudio bíblico, muy devotos de las cosas de Dios.

Llega la adolescencia y los niños se van a dar su vuelta al mundo, la Biblia dice “instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él” “NO SE APARTARÁ” ni por un año, o dos, o tres. Sencillamente no se apartará.

Y por qué tener que llegar al punto de prohibirle juntarse con otros niños, que muchas veces han crecido juntos, y ahora han tomado un mal camino. Cuando tuvimos la oportunidad de evangelizarles.

Debemos apoyar a aquellos que tienen el talento para dirigirse a los niños, y ser escuchados por ellos. Debemos hacer campañas evangelísticas para los niños. Que los niños sepan que hay algo mejor, que estén enterados de que estamos en el mundo pero que no somos del mundo.

No debemos permitir más que los niños se pierdan. Y para eso no se trata de empezar cuando son jóvenes sino cuando son niños.

Estuvimos en unos bautizos el sábado pasado. Y era novedoso y tierno ver a un niño de ocho años haciendo su acto de obediencia y entrando a las aguas del bautismo. Parecía novedoso y sí es más común ver adultos entrando a esas aguas.

Pero por qué llegar hasta que se es viejo y no de niño. Éste niño quería bautizarse desde los cinco años, y no lo dejaban. Muchos creen que los niños no saben lo que hacen. Es cosa de platicar con ellos y ver de qué están convencidos y por qué quieren hacerlo.

Deben haber muchos niños como éste esperando a cumplir quién sabe, tal vez diez o doce años, depende a qué edad lo permiten en la iglesia, o los padres, tomar esa decisión que es personal.

Tampoco es de que no tengan conciencia de lo que hacen pero éste niño en especial desde los tres años viene diciendo que va a ser un Pastor y que le va a servir al Señor. Necesita leer su Biblia porque si no ¿de qué va a predicar? Según sus mismas palabras.

Quisiera poder hacer conciencia a las madres cristianas que no solamente nuestros hijos vienen para cosas grandes, porque de hecho tienen un llamado a llegar más lejos que nosotras y lograr cosas más grandes, Jesús dijo “las obras que yo hago ustedes también las harán y aún mayores harán porque yo voy al Padre”

¿Y ellos? Por qué esperar que los niños se pierdan primero para que después se encuentren con el Señor. Hagámosle frente al enemigo y arrebatémosle las almas de los niños.



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miércoles, 4 de junio de 2008

¿A QUEN ENVIARÉ Y QUIÉN IRÁ? HEME AQUÍ, ENVÍAME A MÍ.

Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
Isaías 6:8

A QUIEN ENVIARÉ Y QUIÉN IRA:

¿Quién quiere ir? ¿A quién puedo enviar? Porque la mies es mucha y los obreros son pocos. Y se necesitan muchos obreros que quieran trabajar. En todas las iglesias se ve muy poca gente sirviendo. Vemos a las mismas personas en todos lados, y muchos comentan “como si no hubiesen mas personas” pero es que solo los mismos están dispuestos a hacer lo que sea que Dios les mande.

Y esos mismos por lo regular son el número minoritario. De la cantidad que hay en cada iglesia, un porcentaje pequeño es el que está en los puestos de servicio. Que no son los mismos que están en puestos que se ven, los que realmente sirven, andan tras bambalinas. Nadie les ve y nadie les conoce y sus nombres casi no se mencionan en la iglesia. Pero ¿Dónde estarán apuntados sus nombres en los libros de Dios? ¿Qué riquezas en el cielo están haciendo ellos?

El verdadero servicio a Dios se hace en secreto. Y tu padre que ve en lo secreto, te recompensará en público. Pero no por buscar la recompensa pública, que por lo regular las personas esperan un reconocimiento público o una mención honorífica. Lo más difícil del caso es que con tanto corre, corre, a la gente se le olvida mencionar a todos. Y eso no importa lo importante es que Dios si se ha fijado, y lo está tomando en cuenta.

Muchos son los llamados y pocos los escogidos. Un versículo que nos habla en su contexto de que se llama a muchos y muchos escuchan el mensaje pero no todos responden a él. Y eso muestra que no son escogidos porque no acudieron al llamado. El que oye la voz y atiende con obediencia es tomado en cuenta y es escogido por eso.

El servicio está directamente relacionado con las obras. Jesús dijo “las obras que yo hago ustedes también las harán y aún mayores harán porque yo voy al Padre” esto lo han relacionado con los milagros de Jesús, también debemos pensar en las obras como servicio. Dice Santiago, parafraseando más o menos así “muéstrame tu fe y yo te muestro mis obras, porque la fe sin obras es muerta.”

Mucho podemos creer, pero si no lo mostramos a través de un resultado, un fruto, o una consecuencia de esa fe, no nos va a servir de nada. No podemos ser siervos de Dios, totalmente de incógnito. Siempre hay alguien que se beneficia de ese servicio. O siempre va haber alguien que necesita una mano extendida, una mano amiga, al momento de buscar la manera de levantarse.

Y el que siempre está atento a nuestras reacciones tanto para tomar nota como para ayudarnos es el Espíritu Santo. Para consolarnos siempre va a estar listo, pero también para redargüirnos y ayudarnos. O sea que no estamos solos, cuando servimos, como en el qué hacer de cada día. No necesitamos mucha preparación para hacer limpieza en cualquier área de la iglesia, tal vez pequeña o tal vez grande. Para alcanzar o acarrear cosas, no es denigrante ni vergonzoso, sino es honroso ayudar a lo que sea en la iglesia.

Y con la obediencia del profeta, cuando Dios te llame a su servicio, debes atender, debes ir, debes obedecer. Si te lo dice el Pastor, o te lo dice el Diácono, o el Maestro, o quien quiera que sea, puede ser Dios hablándote a través de él. Dile que sí. No le digas: “déjeme pensarlo, es que no le quiero quedar mal” no le quedes mal, hazlo y ya.

O tal vez le dices: “no sé si estoy preparado, no se si lo pueda hacer” seguro que no estás preparado, y seguro que no sabes, pero de lo vil y menospreciado del mundo, Dios escogió para avergonzar a los sabios, y los entendidos, los que si saben. Pero si te dejas Él puede hacer de ti, algo hermoso.

Ponerte a servir, es ponerte en sus manos. Cuando Él te tenga en sus manos, hará maravillas contigo. Y te dará todo lo que necesitas. Y te dará de todo lo que tiene, conforme a sus riquezas en gloria. Y Él sabe que tu tienes necesidad. Dale lo poco que tu puedas, Él te lo pagará, con lo mucho que tiene.