jueves, 27 de marzo de 2008

¿QUÉ PIENSAN LAS MUJERES Y QUÉ PLATICAN LAS MUJERES?

“Esta será llamada varona, porque del varón fue tomada”
Génesis 2:23
“Se llamará Mujer porque del hombre fue sacada” (NVI)


Se ha preguntado usted ¿cómo somos las mujeres? Las mujeres somos lo mas lindo y más especial de la creación de Dios. Créalo o no. Tan especiales somos que Dios nos dejó para el final. Para “cerrar con broche de oro”. Bonitas, inteligentes...

Luego de decir ¡hágase la luz! Y luego de separar las aguas de las aguas, cuando la tierra estaba desordenada y vacía. Se ha dado cuenta que Dios nos hizo cuando la tierra ya estaba llena de cosas bellas; de todo árbol que da fruto, de todo animal que se mueve sobre la tierra, después de hacer las aves que llenan el cielo y de hacer todo animal que se mueve en el mar. Después de hacer al varón, del polvo de la tierra. Viene su obra maestra: la mujer. “y vio Dios que era bueno” como cada paso, cada día.

Y acaso usted no deja lo mejor para el final, el toque final al arreglarlos, al embellecernos, ¿qué es? ¿el mejor perfume? O la joya que le brinda un toque final, pues esa cosa tan bella que Dios dejó para el toque final de la creación; y que a veces nosotras mismas no podemos entender. Complejas pero perfectas.

Los varones muchas veces no nos entienden. Y aunque hasta hicieron una película en donde un hombre escucha los pensamientos de ellas; usted y yo sabemos bien que quisieron darle un toque chistoso al asunto pero que tratando de dar a conocer nuestros pensamientos, están lejos de la realidad. Somos mucho más que eso.

Al haber salido del varón, mi subconsciente trata de parecerse muchas veces a él. Al ser creadas para ayuda idónea de él, queremos ayudarlo de tal manera que se nos va la mano y queremos mandarlo, pero realmente queremos arreglarle la vida. Debemos procurar decir bien las cosas, expresar nuestras ideas y pensamientos de modo que seamos escuchadas y tomadas en cuenta. Cuando Dios dijo “no es bueno que el hombre esté solo” quería ponerle una compañera. Entonces si la luz no puede quejarse de “que está muy oscuro” ¿por qué la compañía se queja de soledad? ¡Mentiras del diablo!

Muchas mujeres cuando hablamos nos quejamos de soledad. Nos quejamos de falta de amor, y en general, nos quejamos. Qué piensa el creador de algo tan perfecto como el hombre y la mujer, complementados somos victoria total, éxito, si logramos la comunicación para ponernos de acuerdo entre nosotros. Cuando nos ponemos de acuerdo llegamos a estrategias respaldadas por Dios. Cuando nos unimos, el Señor está en medio. Y cuando nos ponemos de acuerdo, podemos caminar juntos, como dice Proverbios.

Pero muchas veces nuestros pensamientos son de frustración, porque no logramos lo que planeamos, porque lo planeamos solas. No tomamos en cuenta a la persona que realmente importa. Hablamos con otras mujeres de nuestras necesidades y nuestras debilidades, de nuestros deseos y anhelos. Y no con nuestro esposo.

Muchas veces por falta de oportunidad. Pero también eso se consigue cuando hablamos mucho. Ya no nos quieren escuchar porque no sabemos resumir en pocas palabras lo que queremos decir. Con esa manera de ser que a veces entendemos los pensamientos y las miradas de las demás mujeres y también de ellos, queremos que ellos nos entiendan a nosotras y a ellos Dios los hizo diferentes, no entienden.

Entonces tenemos que hablarles, pero no pueden poner atención por mucho rato, entonces tenemos que saber resumir nuestros pensamientos para expresarlos claros y concisos, o sea con pocas y claras palabras decirles nuestras opiniones. Nosotras sabemos que tenemos razón y que nuestra estrategia va a salir bien, pero ellos no reciben ni escuchan órdenes, así que es importante cambiar estrategias para ganar la guerra, cuando pasan años y no tenemos lo que Dios o el esposo nos han prometido.

Somos conquistadoras en este mundo adverso. Y lo menos que podemos hacer es darnos por vencidas. Las promesas que nos hacen en el altar delante de Dios cuando nos casamos, créame que lo dicen en serio. Y aunque pareciera que lo han olvidado, todo se cumplirá, que estaremos juntos hasta que la muerte nos separe, que serán proveedores para que nada nos falte. Etc. Porque lo hemos hecho delante de Dios.

Las mujeres muchas veces cuando se juntan, hablan y hablan y hablan, pero se guardan las verdades, los sentimientos más sinceros se quedan en el corazón. No expresan ampliamente lo que sufren, lo infelices que se sienten. Porque ese instinto de triunfadoras no les permite confesarse derrotadas o darse por vencidas, y confesarlo es como tenerlo.

Muchas mujeres hablan vanidades y fanfarronerías de modo que la verdad se quede oculta. Si en algún tema no son buenas, pues de eso no hablan. Muchas mujeres hablan de lo que sea, por su necesidad de ser escuchadas. Tan acostumbradas a quedarse con sus ideas sin expresar, muchas veces pierden la costumbre y al encontrar esta oportunidad no saben de qué hablar, y qué hablar, meten la pata, dicen lo que no debían.

Con un “se me salió” explicamos o justificamos haber revelado algún secreto. Nos gusta platica porque así nos hizo Dios. Solamente debemos acostumbrarnos a hacerlo bien. “Ser discretas y amantes del silencio es cosa que no tiene precio.”

Una mujer es como el amor, es sufrido, benigno, no busca lo suyo, no guarda rencor, todo lo puede, todo lo soporta, eso es lo que hay dentro de cada mujer, amor. Y disposición a darse y dar amor sin agotar esa fuente, porque así nos hizo Dios.

Con mucha inteligencia, con capacidad de crear, de escuchar, de entender, de comprender. Siempre activa, siempre dispuesta. Los niños, los hijos pequeños, los animales, los empleados, nos hacer sentir protectoras, y valientes. Los esposos y Dios nos inspiran respeto y esperamos de ellos cobertura, amor y protección. Del Señor nuestro Dios nunca hay quejas, a quien corremos en secreto, en oración. Pero si tenemos mucho que desear de nuestros varones.

Pero aún así aunque muchos hombres lo crean, no hablamos mal de cada uno cuando nos reunimos, al contrario cada una defiende y calla lo malo que su esposo hace, y a veces es hasta difícil sacarles una queja, claro que para hablarles de soluciones y consejos, pero de veras que las mujeres defienden a sus hombres hasta que de verdad ya no pueden más, hasta que realmente sienten desesperación y buscan desesperadas ayuda, tal vez pensando en evitar una separación.

Pero mientras tanto las mujeres luchan por un hogar, por edificar su casa. Trabajan para ver felices a sus hijos. Y buscan agradar a Dios. Bueno, dirán algunos, eso las cristianas, pero en general. En general hombres y mujeres sin temor de Dios, no van a llegar a ningún lado. El mundo allá afuera se está perdiendo. Pero todos los seres humanos buscan agradar a ese ser supremo que no se explican, pero su conciencia les dice que está allí. El sentimiento de culpa lo siente toda la humanidad, porque así nos hizo Dios.

Una mujer enamorada de Dios, piensa en Dios y habla de Dios. Confía en Dios y espera en Dios. Toda su vida da vueltas alrededor de su Dios.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Hogar


MUJER...

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“Yo amo a los que me aman y me hallan los que temprano me buscan”
Proverbios 8:17


Hogar

“La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba”
Proverbios 14:1

El hogar es nuestro refugio. Lo que tenemos dentro de una casa, un apartamento, un cuarto si eso es todo lo que tenemos. El lugar y el tamaño no es tan importante como lo que hay dentro. Una familia, personas que se aman, que hacen lo posible por agradarse, por hacer la voluntad de Dios.

Donde llegamos a descansar. Después de un día de trabajo duro. Después de un día de problemas y circunstancias adversas, tristes, o alegres y llenas de satisfacciones. Un lugar que Jesús en la tierra no tenía, mientras llevaba a cabo su ministerio: “un lugar donde recostar su cabeza”.

Como señora del hogar, usted debe estar consciente de que los demás miembros del mismo, esperan algo de usted. Encontrar a la señora del hogar en ese lugar. Saber que no solo cuentan con el techo y la comida sino también con “ella” es una garantía de seguridad para su familia.

Por supuesto que la señora del hogar no está presa en ese lugar. Ella también disfruta de la vida y de salir, de divertirse, de reír, “trae su pan de lejos dice proverbios de la mujer virtuosa” ¿y qué anda haciendo tan lejos? Eso nos demuestra que si se puede.

No es correcto ni es justo que la mujer se encierre. Es contraproducente y dañino. El hecho de salir le hace tomar nuevas fuerzas, nuevas energías, nuevas ideas. El tener comunicación con otras personas es gratificante para ella y su familia. El encierro es nocivo para la salud.

Un hogar y una casa, es lo que la mujer sabia edifica. “mas la necia con sus manos la destruye” todo con medida. Hay muchas formas de edificar la casa, evitando que se destruya. Debemos saber retener lo bueno y desechar lo malo. Lo que le hace daño a la familia y a los hijos, a la pareja de esposos, hay buenas y malas influencias. Los amigos por ejemplo.

Hay amigos buenos y malos. Un buen amigo te aconseja bien, te ayuda, te desea lo bueno. Uno malo es lo contrario, es más no es amigo, pero muchas veces están ahí haciendo más daño y más estorbo que ayuda. Dios nos permite escoger a nuestros amigos, no así a los padres y los hijos, que son un regalo de Dios.

Cuando conocemos personas que no nos enseñan nada bueno debemos discernir que somos nosotros los que debemos enseñarles algo a ellos. Porque si hemos tenido la capacidad de darnos cuenta de que sus consejos son malos y no sabios, así también nos daremos cuenta que algo tenemos para compartirles.

Y si por alguna circunstancia, después de mucho esfuerzo, vemos que no avanzamos con ellos, que no quieren escuchar consejo, dice la palabra de Dios que “el sabio ve el mal y se aparta” así que en la Biblia tenemos la respuesta hasta en eso.

Algunos dicen que los amigos los hacen caer y pecar. Eso no es cierto. Nadie obliga, ofrecen y proponen, uno acepta o no. Lo que sucede a veces es que nos ayudan a sacar lo que realmente tenemos dentro. Es importante autoevaluarse cada día. Especialmente cada noche al evaluar nuestro caminar con Dios, arrepentirse y pedir perdón, pero “vete y no peques más”

Dedícale tiempo a tu familia. Dedica buen tiempo a tu esposo, de verdad que luego nos lamentamos por el tiempo perdido. No olvides a tus hijos dales lo mejor de tu vida, para que también ellos compartan contigo lo mejor de su existencia.

Lucha por tu hogar. Mira que el diablo no venga a meterse en medio. Procura que sean uno, como un cuerpo con muchos miembros, como es la iglesia, que es el cuerpo de Cristo. Así tu casa debe ser fundamentada sobre la roca que es el Señor Jesucristo. Lee mucho, escucha consejos, cuenta tus pequeños problemas, para que no se vuelvan grandes, ya grandes te van a dar vergüenza. Todo es mejor temprano que tarde.


http://www.llamadafinalguatemala.com/


jueves, 6 de marzo de 2008

El abuso


MUJER...

Te invitamos a visitar este espacio.


“Yo amo a los que me aman y me hallan los que temprano me buscan”
Proverbios 8:17

Abuso

“Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.”
1º. Pedro 3:11-12

El abuso es el mejor amigo de la Violencia doméstica, pero no es su única amiga, tiene varios y de todos se vale para echar a perder las cosas. Abusar es propasarse. Es rebasar los limites permitidos. En cualquier sentido que queramos verlo.

Tal vez nacemos abusivos, tal vez desde que nacemos venimos con la creencia de que podemos llegar hasta donde se nos da la gana. Así como todo, tenemos que ser enseñados, tenemos que aprender, y nuestros hijos tienen también que aprender.

Hasta donde es correcto entrar cuando llegamos a la casa de otros. Hasta donde podemos preguntar cuando hablamos con los demás. Hasta donde se puede llegar al tocar, al acariciar. Todo en la vida tiene limites, y propasarlos es abusar.

Cuando hablamos de abuso realmente nos referimos casi siempre a las palabras, los malos tratos verbales, a veces también a los golpes. Existe abuso físico, que son los golpes. Abuso verbal, los gritos y malas palabras. Abuso sexual, obligar a cualquiera a tener relaciones sexuales, puede ser el esposo a la esposa o viceversa, puede ser a los jóvenes o niños. Abuso psicológico, cuando se afecta a alguien causando traumas psicológicos.

Un trauma es un golpe, y muchas veces se golpea a las personas en su mente, en sus pensamientos. Se le ofende con lo que se le dice y con lo que se le hace creer, de si misma o de los demás a través de actuar sobre su mente. Cualquier abuso al que seamos sometidos debemos denunciarlo.

Ninguna persona tiene derecho a abusar de los demás. Por lo regular lo hace para desahogar traumas similares, casi siempre es una cadena, la persona que abusa también fue abusada.

Los psicólogos tienen sus maneras de tratar a este tipo de personas. Los que trabajamos para ayudar a las personas en su vida espiritual, nos valemos de muchos de los recursos de ellos para diagnosticar, pero la cura, cuando viene de Dios es instantánea.

Conforme lo entregamos todo a Él, lo toca y lo sana, sea nuestro cuerpo, nuestra alma, nuestro corazón, nuestra mente.

Lo que más nos ayuda es la confesión sincera de las personas. Aunque a veces no lo recuerdan. Entran en un estado de negación que no les permite recordar, ya que bloquean esos recuerdos que les hacen daño, y actúan como si éstos no existieran. Pero en su subconsciente existe. Existe el recuerdo de un abuso real.

Como saber si estamos abusando. Cuando la otra persona dice no, no quiero, no puedo, no me gusta, es una señal ineludible la palabra NO. Debemos saber comunicarnos, saber hablar las razones de ese no por respuesta.

Obviamente a los niños muchas cosas no les gustan y nos van a decir no. No quiero o no me gusta, pero hay que ver que tan bien les hace, una cosa es la comida, muchas veces no quieren ni probarla, pero deben aprender a alimentarse bien.

Pero qué de cuando dicen “no me pegues” “no me grites” “no me trates así” o “no me digas las cosas de esa manera o de ese modo”. Es ahí donde debemos detenernos a pensar y meditar en la mala manera de vivir que hemos heredado de nuestros padres.

Porque a veces nos parece muy natural la forma de regañarlos porque fue la misma que nosotros recibimos, pero puede ser que estuvo mal. Y en efecto, hay muchas cosas que aceptamos y no estuvieron bien. Pero no debemos continuar. Sobre todo, cuando se llega a ser abuelo.

Muchos padres se dan cuenta de lo mal que corrigieron a sus hijos cuando los ven a ellos corrigiendo a sus nietos. Les parece muy duro, pero no se acuerdan que fue lo que aprendieron de ellos mismos. Y muchas veces ni siquiera advierten que tan indefensos como ahora son los nietos, fueron sus hijos alguna vez.

Buscar ayuda es la respuesta al abuso. Hay profesionales que nos pueden ayudar. Pide consejo de profesionales. Habla con tu pareja si tu abusas de él o viceversa. No le digas cosas que le hacen daño. Levanta su autoestima, no la destruyas. Y no es correcto que él destruya tu valor. Porque vales tanto como la sangre de Cristo, todo lo que Él entregó por amor a ti no se puede quedar tirado sin valor.

Por darle honor y gloria a Jesucristo, y en agradecimiento a su sacrificio en la cruz, no podemos pagar por lo que ya está pagado, pero si es nuestro deber que sea divulgado ese valor. No tengamos vergüenza en reconocer y hacer que se reconozca lo que valemos, lo importantes que somos todos, porque por todos murió Cristo.

La persona que abusa, pareciera, mientras lo hace, que no es ella misma, la domina, ira, excitación, enojo, odio, etc. Pero siempre llega un momento en que se calma, si no le “echamos mas leña al fuego” para pelear o discutir, por lo menos se necesitan dos. Y cuando esa calma llega, es el momento de hablar. Poner condiciones y entre ellas tiene que estar el buscar ayuda. Y sobre todo no debe volver a repetirse.

Pero si aguantamos pacientemente, creyendo que eso es lo que hay que hacer, tener paciencia, tener fe, orar. A veces no se trata de orar sino de actuar. Cuando oramos y le decimos a Dios que arregle las cosas, no nos detenemos a escuchar su voz cando dice “arréglalas tu, yo te di la capacidad de comunicarte en paz”


Miriam Argueta